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MARIPOSA

Poema

Los Amorosos.

Los amorosos callan,
El amor es el silencio mas fino,
El mas tembloroso, el mas insoportable.

Los amorosos buscan,
Los amorosos son los que abandonan,
Son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de
Encontrar,
No encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos
Por que están solos, solos, solos
Entregándose, dándose a cada rato,
Llorando por que no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
Viven al día, no pueden hacer mas, no
Saben.
Siempre se están yendo,
Siempre, hacia alguna parte.
Esperan
No esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
Siempre el pasa siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son insaciables,
Los que siempre “¡que bueno!” han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento,
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
También como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
Por que si se duermen se los comen los
Gusanos.

En la oscuridad abren los ojos
Y les caen en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sabana
Y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, solo locos,
Sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas
Temblorosos, hambrientos,
A cazar fantasmas
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
De las que aman a perpetuidad, veridicamente,
De las que creen en el amor como en una
Lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
A tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda
Conformación

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
La muerte les fermenta detrás de los ojos,
Y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
En que trenes y gallos se despiden
Dolorosamente.

Les llega a veces un olor a la tierra recién nacida.
A mujeres que duermen con la mano en el
Sexo, complacidas,
A arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
Una canción no aprendida
Y se van llorando, llorando
La hermosa vida.